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Miedo, inseguridad y angustia. ¿Qué es lo que nos pasa?

Actualizado: 23 dic 2019



Nuevas situaciones a nuestro alrededor nos entrampan y sumergen en estados emocionales que nos dificultan movilizarnos. Las sensaciones de miedo, inseguridad, temor, desorden, angustia empiezan a ser más recurrentes que hace un tiempo. Y no solo por la situación país que estamos viviendo. ¿Entonces qué hacemos?


El mundo de hoy


Algunos han oído hablar del mundo VUCA. La sigla VUCA fue creada por la U.S. Army War College después de la guerra fría. Basado en lo que ocurre en un campo de batalla, pretendía definir las relaciones y situaciones del mundo futuro.

VUCA significa Volátil, Incierto (de Uncertain en inglés), Complejo y Ambiguo. Volatilidad dice relación con la variabilidad y velocidad de los cambios actuales. Acontecen de manera rápida, imprevista e inconstante. Incierto se refiere a la incertidumbre que se vive respecto a los acontecimientos. No existe la certeza de su ocurrencia, si bien su posibilidad. Pero pueden aparecer situaciones que no estaban contempladas en el espectro, generando incertidumbre y una sensación de no saber qué es lo que puede ocurrir. Complejo, se refiere a la cantidad de variables que están presentes, interconectadas y asociadas en las situaciones y cambios. Esto hace más confuso encontrar las causas raíz y por ende la solución de los problemas. Por último, lo Ambiguo dice relación con la falta de claridad entre las relaciones de las variables, falta de claridad respecto a las causas de los cambios como a la interpretación de los mismos. Esta combinación de situaciones es parte del mundo actual y del futuro, al menos por los próximos diez años.

Hoy en día este modelo es partes de la jerga del mundo empresarial y económico y está afectando aspectos cotidianos de nuestro diario vivir familiar, social y laboral.


Cuando experimentamos el mundo VUCA, sobre todo por primera vez, lo que tiende a suceder es que nos sentirnos inestables, inseguros, desorientados, y donde lo que aparecía estable y tranquilo hace poco tiempo atrás, ya no lo es más. Uno se siente en un torbellino de situaciones, que no se logran entender, no se alcanza a comprender su origen ni las causas del mismo. Y lo que genera son sensaciones de angustia, soledad, desorden y miedo. El miedo es una emoción que se acrecienta y lo atrapa a uno en este tipo de situaciones.


En ese estado emocional aparecen de manera natural, espontánea y rápida, todas nuestras estrategias de sobrevivencia. Se activa el sistema nervioso simpático y el cuerpo genera una cantidad enorme de energía para responder a los factores estresantes. Aumentan los niveles de adrenalina y de cortisol que inundan los músculos con el fin de proveerlos de la energía necesaria para escarpar o atacar. La circulación se dirige con mayor fuerza al cerebro posterior, perdiendo la capacidad para pensar creativamente y se activan nuestros mecanismos para actuar con celeridad. Esta combinación de emociones y respuestas fisiológicas nos llevan a actuar en base a las llamadas estrategias de supervivencia. Así, podemos andar asustados viendo fantasmas por doquier, o escondemos la cabeza debajo de la tierra, pensando que los problemas no existen o que se van a solucionar solos. O actuamos de manera agresiva, atacando al otro. O nos paralizamos sin saber qué hacer ni qué decisión tomar. También aparece nuestra postura de víctima pensando que el mundo nos quiere atacar y sintiendo que las situaciones no son justas. O, por último, nos hundimos en la soledad o la depresión.


Todo este escenario nos puede parecer pesimista, poco alentador y bastante catastrófico. Pero a partir del conocimiento de sus características, causas y efectos, con frecuencia aparecen las oportunidades para enfrentarlo y superarlo.


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