En este tiempo hay una invitación primordial que nos hace la vida a desapegarnos del ego.
En una forma más extrema, podemos reconocer que estamos viviendo desde el ego cuando sentimos codicia, rencor, venganza y tentaciones de excluir a alguien de nuestra vida. También cuando sentimos temor, inseguridad, vergüenza, culpa e incluso cuando nos sentimos especiales.
Sentir que "todos pueden menos yo", es vivir tanto desde el ego como sentir que "solo yo puedo".
Todo lo que mantiene nuestro corazón cerrado y nos separa de los demás por alguna razón, tiene relación con nuestro ego.
En estos momentos, la vida nos está instando a enfrentar nuestros miedos, respirar profundo y darnos cuenta de que no podemos vivir evitando lo que nos asusta. Enfrentar esos miedos nos ayudará a abrirnos y entrar en nuestra vulnerabilidad, que el ego asocia con debilidad, pero en el fondo es ahí donde reside nuestra fortaleza interna.
La invitación de hoy es a ir más allá de ti mismo, de ti misma, dejar de lado el ego y entrar en tu corazón para conocer los recursos internos que te habitan y te esperan desde hace mucho tiempo.
Aférrate al amor y la respiración, ejercítalo antes de dormir, conéctate con tu corazón y pídele que se abra para que te conviertas en el maravilloso ser de amor que eres.
María José Rosselot /Consultor CENTINELHUM
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